La legendaria imagen de un hada esgrimiendo su varita mágica no ha perdido vigencia, aún en esta época en la que parece que ya todo está dicho o inventado.
¿Por qué? Porque es inherente a la condición humana la capacidad de imaginar, de fascinarse, de elaborar ideas y utopías.Sí, aún en estos días que entramos en el tercer milenio, no hemos perdido la capacidad de sorprendernos. Sorprendernos ante los prodigios de la Naturaleza como antes las geniales realizaciones del hombre, ya en el campo de la ciencia, del arte, de la tecnología…
Afirmaba el científico francés Louis Pasteur que »el asombro por algo es el primer paso de la mente hacia el descubrimiento». Y así es, sin duda. El asombro abre la mente a la indagación, a la elaboración, a la inventiva.
Toda la belleza y sorpresa de los reinos de la Naturaleza están muy cerca nuestro, nos rodean, y en nuestra mirada se halla el poder de redescubrirlas cada día.
Tan válidas razones hacen que este año nuestro Museo ponga en mano de sus visitantes una obra que reúne temas tan insólitos como curiosos, tan originales como ingeniosos.
Cada una de sus salas, cada una de sus piezas, ofrecen una perspectiva fuera de lo común, tanto del mundo como de las realizaciones y habilidades del hombre.
Es ésta una exposición de obras de arte, realizadas en Resina con la dedicación y alegría de siempre. Una obra cuyo objetivo esencial es enriquecer el vínculo de amistad y comunicación con nuestros queridos visitantes.
Director: Miguel Angel Saletti